El sistema EKS con interface de datos ofrece la máxima flexibilidad. Es el usuario quien establece la estructura de datos de la llave y quien define cómo ha de interpretarse. Para ello es necesario programar desde cero la lógica de procesamiento en el sistema de control, lo que permite reproducir un gran número de casos posibles, por ejemplo:
Control de determinadas funciones de la máquina.
Memorización de parámetros de proceso.
Trazabilidad de sucesos e incidencias.
Asignación de una fecha de caducidad a la llave.
Diferentes niveles de autorización para varios procesos.